Comprende lo que implica tener problemas en la ATM

Comprende lo que implica tener problemas en la ATM

¡Hola! Si has llegado aquí, posiblemente hayas oído hablar de la ATM y que puede provocar ciertos problemas.

La articulación temporomandibular, conocida comúnmente por sus siglas ATM, es una bisagra compleja que une tu mandíbula con el cráneo y, cuando se desequilibra, puede generar una serie de síntomas incómodos e interrumpir tu día a día.

Los síntomas más comunes que podrías experimentar

Los síntomas más comunes que podrías experimentar

Cuando algo no va bien con la ATM, tu cuerpo puede presentarte varias señales.

Aquí te muestro cuáles son los síntomas más frecuentes que indican una disfunción en esta articulación vital:

Dolor mandibular y facial

Este es uno de los síntomas más prominentes y fácilmente identificables.

El dolor se localiza principalmente alrededor de la mandíbula, pero también puede irradiarse a otras partes del rostro, como las sienes, mejillas o incluso hacia los dientes.

Puede manifestarse de manera constante o intermitente.

Ruidos en la mandíbula

Algo que provoca bastante desconcierto son los ruidos al mover la mandíbula.

Probablemente oigas chasquidos, clics o incluso un ligero crujido al abrir y cerrar la boca.

Estos ruidos de la mandíbula no solo son molestos, sino que pueden indicar que algo no está funcionando como debería.

Limitación al abrir la boca

Si sientes que no puedes abrir la boca como de costumbre, esto representa otro síntoma clave de que algo no marcha bien con tu ATM.

Podrías notar una limitación o bloqueo al intentar masticar, lo cual afecta no solo tus comidas, sino también tu capacidad para comunicarte de manera efectiva.

Dolores de cabeza relacionados con la ATM

Los dolores de cabeza tensionales son un compañero frecuente de la disfunción ATM.

Este tipo de cefaleas surgen debido a la tensión acumulada en los músculos faciales, cuellos y mandíbulas, y suelen confundirse con migrañas u otros tipos de dolor de cabeza.

Presta atención a este síntoma, ya que suele pasarse por alto.

Dolor en el cuello y hombros

Parece extraño, pero los problemas en la mandíbula pueden reflejarse en otras áreas del cuerpo.

El dolor o la incomodidad en el cuello y los hombros aparecen a menudo junto con los problemas de la ATM, reflejando cómo una pequeña articulación tiene un impacto grandioso en nuestra postura y bienestar general.

Factores que pueden empeorar los síntomas de la ATM

Factores que pueden empeorar los síntomas de la ATM

Ahora que sabes cuáles son los síntomas comunes de la disfunción ATM, es relevante conocer qué puede exacerbar estos síntomas para poder evitarlos o al menos reducir su impacto.

Estrés y ansiedad

El estrés y la ansiedad son grandes culpables del aumento de los síntomas de la ATM.

Las personas tienden a apretar los dientes o a mantener tensos los músculos de la mandíbula en respuesta al estrés, lo cual agrava el problema.

Mala postura

La forma en que te sientas, especialmente si trabajas con ordenadores durante largos periodos, puede influir drásticamente en el estado de tu mandíbula.

La postura incorrecta lleva a una alineación pobre de la cabeza y el cuello con la mandíbula, empeorando la disfunción.

Mala alimentación

Comer alimentos muy duros o masticar chicle en exceso somete a tu mandíbula a un esfuerzo innecesario, dificultando una buena recuperación y aumentando la tensión sobre la ATM.

Consejos para aliviar tus síntomas de ATM

Consejos para aliviar tus síntomas de ATM

Si sospechas que podrías tener disfunción en tu ATM, aquí te dejo algunas sugerencias para aliviar los síntomas desde casa:

Consulta a un profesional

Consulta a un profesional

Ante cualquier indicio de disfunción ATM, es crucial que consultes a un profesional especializado.

Un fisioterapeuta que se enfoque en problemas mandibulares puede ayudarte a corregir desajustes y proporcionarte un plan de tratamiento acorde a tus necesidades.

Recuerda, tu salud está en juego, no la dejes en manos del azar.

Recuerda que la ATM es fundamental para cosas tan básicas como hablar, comer o reír.

Comprender los síntomas y buscar ayuda oportuna no solo mejorará tu calidad de vida, sino que también ampliará tus posibilidades de tener una recuperación más rápida y completa.